miércoles, 8 de julio de 2009

Aunque te vistas de seda...

Mucho se habla de la muerte de astro del pop Michael Jackson. Se creó un circo a su alrededor, luego se desmontó. Se vuelva a armar la carpa y se desarma una vez más. Que si lo enterramos aquí o lo enterramos allá. Yo si voy o yo no voy. ¿Y que diría Michael? Déjenme descansar.
Pues de seguro mucho se habló ya de este tema y hasta fantasma en Neverland tiene. Lo que nadie se atreve a decir es lo que siempre se le criticó en vida. Y es que como todo el que muere siempre fue bueno para que echar más leña al fuego.
En una de esa se nos 'tizna' el muerto y que dirá la gente. Tanto se criticó su cambio de coloración en la piel. Y ahora pocos hablan de ello. ¿Pero qué si el tipo quería ser rojo cual marciano? ¿Tanto le incomodó al resto? Claro, ahora que no respira, no hay de que preocuparse.
Pero ironías de la vida. Se volvió blanco, no hasta el hartazgo, sino hasta enfermarse. Y aunque la mona se vista de seda, mona se queda, su certificado de defunción cuando habla de raza tiene muy claro un "Black".
Tan negro como su pasado. Su pasado con los niños. Nunca fue un Peter Pan y mucho menos un Jesús de Nazareth, pero nadie puede negar, que siempre lo rodearon los niños. Ya sea para jugar o para demandar. Pero momento cumbre anoche. Cuando su hija, tan blanca como oscura su muerte, lloró por su padre balbuceando un "te quiero mucho papi". Tan malo no debe ser. Pruebas siempre faltaron.
Pero el título no se debió nunca a su etnia. Sino más bien al controvertido personaje que siempre alimentó. Controvertido hasta su desceso. Ah muerto Michael Jackson. Le dimos un último adiós, en una gala que nos debe. Ah muerto el rey del pop. El rey a muerto, ¡Viva el rey!