viernes, 12 de agosto de 2011

Cleptomanía Selectiva

Esta vez quería hablarles sobre un término que se acuñó recientemente en una conversación posterior a tres horas contínuas de clases. Como deben saber el exceso de clases, o mejor dicho, la contínua exposición al dictado de conocimientos por parte de sabios antecesores suele ser dañino para el raciocinio elemental y práctico del futuro inmediato.
Entre tantas conversaciones divagantes y sin sentido acuñamos una nueva terminología, o quizá patología, que tal vez pueda estar en los próximos Vademecun oficiales o ediciones del diccionario de la RAE.
Si los analizamos por separado podríamos definir que "Cleptomanía" es una enfermedad ante la cual, el paciente portador, se vuelve propenso a robarse cosas involuntariamente. Muy diferente a lo que sucede con muchos políticos que nos roban a cara pelada y nos hacen sentir que es su responsabilidad.
El término "Selectiva" surge de la indicación de que un individuo selecciona cierta cantidad de elementos dentro un universo determinado. Cualquier tipo de duda no dejen de consultar los libros de geometría o repasar sus apuntes de la escuela en el tema "clasificación de conjuntos".
Si los juntamos, formando "Cleptomanía Selectiva", tenemos que presentar obligatoriamente a aquellos individuos que suelen quedarse con nuestros lapiceros y/o encendedores. Dicho sea de paso artículos que son muy propensos a largarse con sus últimos usuarios. Por más que no pertenezcan a los mismos.
Viene, ahora, la pregunta obligada: ¿A quién no le pasó perder un lapicero o un encendedor cuando lo prestó a otro individuo para anotar o encender algo?
Aclarando, claro está, que es para anotar con el lapicero y encender con el encendedor. Imagínese encender con un lapicero o escribir con un encendedor. Se nos acaban los fumadores y los árboles (materia prima de donde nacen las inflamables hojas de papel).
En fin si se encuentra con un conocido que próximamente le haga víctima de su mal, hágale saber como se llama lo que sufre. Quizá el reconocimiento del mal pueda ser el inicio de su cura.