A veces me pongo a pensar como es que un escritor promedio. Promedio bajo digo. Aquél muchacho que le encanta escribir y pretende que muchos lo lean puede llegar a sentirse satisfecho. Me puse a meditar como es que puede recibir ese 'feedback' del respetable. Bueno, cuando se hace respetar. Cómo es que uno logra medir que lo leen. Y es que ¿existe algún 'rating' o 'ranking' para medir el número de lectores.
Por ejemplo cuando comencé a escribir este blog, soñé con un blog lleno de comentarios. Cada uno peleándose con el otro por las diferencias de opiniones. Personas refutándome mis controversiales blogs. Hoy, algún tiempo después de haber iniciado, debo decir que ni recibí una avalancha de comentarios, ni mis blogs fueron controversiales. Sino mas bien encontramos algunos ridículos, sentimentales, ofensivos, defensivos, en posición adelantada y parapetipusos.
No sé cual fue la razón por la que decidí tomar este camino. No se por qué tomé para empezar. Y tampoco se por qué camino. Lo único que entiendo es que muchos se rien con y de mis blogs. Otros lloran nostálgicos y uno que otro me recuerda que tengo una madre muy amplia en sus genitales. Pero espero que en adelante, si logro conseguir alguna reacción en ustedes, mis estimados lectores, espero sepan entender que sus comentarios son para mí importantes. Vamos a comentar. A mover esos dedos que si no se oxidan. No quiero eruditos sino ánimos para continuar. En una de esas y sus comentarios terminan siendo mejor que mis blogs. Lo más seguro.
