El Cuñado de Roverano

Otra de las cosas curiosas que dejó, para mí y mi grupo de amigos peruanos, la noche de la nostalgia fue un encuentro inesperado. Pero todo comenzó con un despliegue policial del cual me debo encargar de describir previamente. Empecemos.

Teníamos planeado salir a algún boliche durante la noche de la nostalgia para experimentar toda aquella algarabía que siente en esta fecha la mayoría de uruguayos. Si algarabía en la noche de la nostalgia aunque los términos puedan sonar un poco contradictorios. Pero ese no es el tema de este blog. Sino que para poder salir a divertirnos primero habría que reunirnos. Lo hicimos. Dicen que reunión sin alcohol, velorio. No estoy de acuerdo porque para mì mas bien en los velorios es cuando más se ingiere licor y se conocen a chicas más predispuestas. En todo caso, comenzamos a tomar algunos tragos en casa. Una vez sazonados como pavo en navidad partimos.

En el camino recordé una noticia que leí en la mañana acerca de un gran operativo policial sin precedentes. Esta noche donde todos toman sin parar había sido elegida por la policía nacional para erradicar algunos malos hábitos. Algunos como "Manejar en estado etílico". Frases como "si maneja no tome", o "evite accidentes que tome su mujer" quedaron de lado. Aquí la fuerza bruta o el castigo sin contemplaciones debía intervenir. Que más expertos en cualquier lugar para esto que los polícias y para hacerlo efectivo la fuerza policial montevideana decidió desplegar el importante número de: 30 oficiales.

Bueno con la cantidad de policías que vi desde que llegué al país supongo que es la mitad de los que existen. No me animo a confirmarlo. Por mi seguridad espero sean más. Y si lo son es admirable lo madura que es esta sociedad urguaya. Bueno, como dije anteriormente, emprendimos nuestro camino en dos autos y con algunos litros de "cuba libre" encima. Como uno de los autos fue taxi se supone que el conducto restaba sobrio. En el que iba yo el conductor con las justas estaba.

El operativo ya había comenzado y el brazo largo de la ley logró alcanzarnos. Pero hay que decir lo que el señor te da de más, te lo quita de algún lado. Y eso sucedió con la ley porque les dio brazos largos pero en olfato o percepción de nivel de alcoholimia quedaron cortos. El oficial que nos atendió debería decir que encima se preocupo por el sismo ocurrido hace poco en terriorio peruano. (Una línea de silencio__________________________________________________________).

Luego como buen uruguayo conversador nos relató que el tenía un cuñado en Perú. En la República de Arequipa. Y que por la televisión se enteró de que estaba bien. Claro era nada más y nada menos que Gustavo Roverano. Arquero reconocido en fútbol inca. Al emocionarnos se olvido del objetivo del operativo. El olvido fue tal que hasta premio nos dieron. Gaseosa que utilizamos en el ron de más tarde y mentitas como para pasar el operativo de regreso oliendo a menta. ¡Grande Roverano! o debería decir ¡Grandes Roveranos!