viernes, 14 de septiembre de 2007

La Rural del Prado

Dentro de todas las sorpresas que me trajo el cambio de estación, una me pareció demasiado singular. No fue ver por primera vez florecer en setiembre. No fue tampoco el calor primaveral. Ni mucho menos las tormentas de esta época del años. No, fue la Rural del Prado.
Pero, para empezar, ¿Qué es la Rural del Prado? No les diré a ciencia cierta que es, sino que en esta ocasión, me dedicaré a ofrecerles mi punto de vista como asistente a dicho magnánimo evento de campo. Y cuando digo de campo me refiero a todo el sentido literal. Porque si hay que empezar por algun lado. Empiezo por decirles que me sorprende de gran manera como es que logran interactuar, en este país, lo campestre con lo citadino. Y eso es algo que, al menos, en america latina es difícil de conseguir.
Es que aquí, el campo está muy relacionado con la ciudad. Empezando si las vacas votaran tuviesen un presidente que por la mañana esté escribiendo decretos y por las tardes lo estén ordeñando. Lo digo de esta manera porque según Uruguay Natural (Proyecto del Instituto Nacional de Carnes) existen por cada uruguayo cuatro vacas y por cada vaca una cancha de fútbol. Esta para pastar, no me imagino viendo a veintidós novillos en chimpunes jugando fútbol. Y ni decirles que podrían usar de pelota. En fin con tanto campo y bichos de esta naturaleza no es difícil que se conviva con 'animal planet' como vecino.
Como anexo, si agregamos, unos cuantos caballos que recogen la basura en la ciudad, unos perros que sus amos sacan pasear, y unas palomas que anidan en los árboles. Nos damos cuenta al final de cada tarde en las calles de Montevideo que a este país no lo 'cagan' sus políticos, sino su animales. Y en esta ocasión no lo uso como sinónimo.
Pero volvamos a la Rural, que no es más que una feria ganadera. Claro si lo vemos de lo bien implementada que está nos damos cuenta que se convierte en un centro de sano esparcimiento para la familia o en un antro de perdición nocturno para lo jóvenes. Cada quien va en su horario.
Las familias suelen ir a visitar los stands con los productos de origen natural. Las compras para las casas con precios reducidos, lo padres pueden comprar licores y comer bien un fin de semana. Carnes hay para todos los gustos. Los niños pueden pasear en pony y observar caballitos, ovejas y vaquitas. Incluso si tienes suerte por un boleto de rifa de diez pesos es posible llevarse un cabrito a casa. Cabrito= Animal caprino.
Hay tractores y maquinarias también, pero no veo, salvo empresarios, a quen le interese. Los jóvenes y adolescentes prefieren llegar un poquito más tarde a la Rural del Prado. A eso de la medianoche. Cuando la diversión familiar termina, los boliches abren. se abarrotan los pasillos, los cigarrillos se prenden y las cervezas se destapan. Me crucé con un par de tequilas, un par de margaritas y un par de cumbias que pusieron sabor.
Como ven diversión para todos. Sacrificando mis principios y con el objetivo puesto en la investigación para escribir este blog tuve que quedarme hasta muy tarde, o muy temprano como quieran verlo. Me tomé los dos tequilas, me baile las dos cumbias y dejo de escribir porque las dos margaritas se despertaron y me están solicitando.

2 comentarios:

nane dijo...

si, confluyen aparentemente bien el campo y la ciudad...
lo más gracioso es ver a los "agroboys", esos que nunca se subieron a un caballo pero que en la semana de la expo prado se visten con bombacha, botas y todo el vestuario rural...jaja
pero sin duda lo mejor del parado es la noche, lastima que cuesta tan caro en ese lugar llegar al estado etílico ideal...bueno, por lo menos te divertís bailando las cumbias que hace años no escuchas,y de las buenas!!

Anónimo dijo...

una de las cosas q a mi me llama la atención son además los niños que tb jinetean