jueves, 27 de septiembre de 2007

Sólo dos dedos de frente

Me parece que el blog que escribiré a continuación será uno de los más cortos ya que el tema es bastante conciso. Aunque dicen que no es tan importante el tamaño del barco sino la pericia del navegante. De hecho eso lo inventaron aquellos que tienen su botecito. En fin, de mi se hace lo que se puede y como dirían los gurises (chiquillos) de por acá: "es lo que hay".
Hoy nos cortaron el agua en el edificio. Y antes de que empiecen a escucharse gritos y alaridos de "paga pues" debo aclarar que no fue por una falta de cumplimiento al abono mensual por el servicio de agua potable con su respectivo desagüe. Sino mas bien a la rotura, obstrucción o vaya a saber que pasó en el caño (tubería) que penetra el agua en nuestro edificio. Más que al edificio al tanque elevado mas bien. En pocas palabras se rompió el tubo que nos llena el tanque.
Debido a este inconveniente hoy no pudimos cepillarnos (la boca), no pudimos bañarnos y casi nos quedamos sin preparar los alimentos si es que a alguien no se le hubiese ocurrido guardar agua el día anterior por pura casualidad. Yo diría que por pura adivina mas bien. Sí, adivina, ya saben las mujeres y su sexto sentido. De todos modos, ya almorzados, fue perjudicial de la misma manera porque se nos hizo imposible usar el inodoro durante todo el día.
Ya llegada la noche y luego de usar los baños de las respectivas universidades o trabajos llegó el momento del hartazgo. Previa junta de vecinos quejones, pero nada productivos por cierto, se pudo llamar a la compañia del servicio de agua para arreglar el problema en mensión. Obviamente los estamentos públicos (el agua es del estado) pusieron varios problemas sobre el tapete, los cuales supimos baldear oportunamente. Hay que mencionar en este momento que hay quienes brillaron por su ausencia y tuvieron nombre propio. Las administraciones de los edificios. Claro está que en el edificio donde vivo existe un ensalada de administraciones condimentadas con uno que otro propietario de su propio apartamento que le pertenece a él mismo.
Debido a este enredo que no me atrevo a desenredar, acudimos nuevamente a OSE (los administradores del agua potable uruguaya). Después de mucha insitencia accedieron a socorrernos de una manera extraordinaria. En ese alboroto de vecina en pijamas saltó un comentario que me llamó la atención: "se nota que quienes causaron esto tienen dos dedos de frente". Y me llamó la atención debido a que en mi terruño quienes hubiesen causado el problema "no hubiesen tenido ni dos dedos de frente". Cosas de rango supuse yo, hay que analizar claro si detrás de la frente, en el interior del cráneo, existen más o menos materia gris.
El hecho está que son casi las dos de la madrugada y aún sigo sin sentir el socorro extraordinario y sigo sin lavarme el bote. Lo que más bien empieza a acrecentar son mis ganas de usar el inodoro. Sólo espero que amanezca y la universidad o el trabajo nos reciba con los baños abiertos.

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