miércoles, 5 de septiembre de 2007

Mi Nuevo Juego

Si hay algo que hay que reconocerles a los uruguayos es que gozan de una muy respetable urbanidad. Si señores hay que reconocerlo. Todo el mundo te saluda siempre. Es más a veces lo hace de manera repetitiva. Típico saludo uruguayo:

- Hola, ¿todo bien?
- Sí, todo bien. ¿y bo?
- Bien, por suerte.
- Que bueno, me alegro.

Claro que si la repregunta no llega se pierde todo el mecanismo del diálogo y el desconcierto se apodera del momento. Siendo reemplazado por el silencio sepulcral. Sino prueben. Eso sí, si hablamos de la despedida la urbanidad se va por el tacho. Lo más seguro es que ni se despidan (en caso de hablar por teléfono) y te dejen con el chau o el hasta luego en la boca. Haciendo un estudio del tema obtuve como resultado el hecho de que se piensa que si te voy a ver más tarde no es necesario despedirse. Por eso te cuelgo el teléfono de golpe sin dar la oportunidad a despedirse al interlocutor. En fin cosas del Orinoco, las cuales tú no entiendes, ni yo tampoco.
Otro tema urbano es el hecho de conversar. Aquí la gente es muy amable y de todo saca un tema de conversación. Es más en ocasiones de la nada saca un tema de conversación. Esto último es lo interesante. Pues, a veces cuando uno pregunta por cierta dirección en la calle, lo más probable es que se termine enterando de la salud, el árbol genealógico y el trabajo de sus familiares antes de saber donde está la calle por la que uno preguntó. Pero no hay que negar que la amabilidad es una buena característica de la urbanidad.
Otro tema urbano es el respeto. Y si hablamos del respeto al peatón ni que decir. Aquí el peatón tiene la razón. Increíble teniendo en cuenta que más bien el cliente (que debería tenerla siempre), nunca la tiene. Pero ese es otro tema. El hecho que aquí si uno va a cruzar la calle, los autos te ceden en el paso. Lo cual está muy bien. Pero los conductores te llegan a mirar extrañados si tu les agradeces el acto. Y es que en ese sentido los uruguayos peatones no saben valorar este acto de urbanidad que tiene aquí. En otros países más grandes como en Perú. Si uno cede el paso a un peatón, lo más probable es que termine con un o dos autos encima del de uno, o en todo caso con una o dos resondradas de madre de parte de los otros conductores.
Es más aquí los uruguayos abusan de estos y se aprovechan que los choferes no tienen el permiso que tienen en otros lugares de pasarle el auto por encima (sin pérdida de licencia). Cuando voy en auto me doy cuenta de la paciencia (por no decir la poca sangre en la cara) de ciertos individuos que se van pisando los 'riñones' y caminan a paso lento. Tan lento que de seguro una tortuga se los lleva de encuentro. Y eso cuando hablamos de intersecciones normales. Porque cuando hablamos de que hay cebra de por medio, y no me refiero a los animalitos rayados sino a las líneas peatonales, el abuso es mayor.
Aquí es donde entra mi nuevo deporte o entretenimiento. Pues como ya me voy adaptando a la vida uruguaya. Y a veces me hago como si me pesaran los riñones también. Me dedico a cruzar cebras indiscriminadamente. Pues aquí si uno baja un pie a la cebra. Los autos paran automáticamente. Pueden ir muy rápido o incluso hay cebras a mitad de pista. Pero si uno baja un pie a la cebra, así sea el izquierdo, los autos se van a detener. Je, je, je...
Y si me río ahora es porque es divertido cruzar las cebras y ver las caras de resignación de los conductores al mirarte y saber que deben detenerse por más que demores un día en cruzarla. A ver si nos unimos y hacemos de este un deporte olímpico. ¿No les parece?

5 comentarios:

Gillian dijo...

parece un juego divertido, pero deverías intentarlo frente al Palácio Legislativo; te harán sentir el Rey de la Zebras(no los animales, digo)
:)

Gillian dijo...

deberías...
Mal Yo!

Renzzo dijo...

si lo hice una vez y la verdad que si se siente el rey de las cebras uno

Gillian dijo...

cierto
Cebras
mal yo otra vez!
me voy a leer el diccionário
chau...

nane dijo...

siempre pensé qué pasaría cuando vas caminando y encontrás a alguien conocido que te pregunta ¿cómo estás?, y le dijeras lo que te pasa de verdad, por ej: bien, volví con mi novio después de la pelea que tuvimos por tal y cual cosa...ah! te acordas de fulanito?? a fulanito le pasó que... o le dijeras que andas mal, que te perdiste todos los exámenes,que tu padre tuvo que operarse, etc... y hablaras algunos minutos.
a veces me parece bastante falsa la pregunta del cómo estás, creo que a nadie le importa de verdad qué te está pasando... a las personas que si le importan se detienen unos minutos o te llaman, etc...
vale la pena igual...