Inoportuna Nostalgia

Ayer conversaba con un amigo que vive en México de este nuevo espacio que he creado para dar rienda suelta a todas mis ínfulas de escritor. Como la gente nunca se conforma con lo que se le da, recibí mi primer reclamo (dentro de las escasas felicitaciones). Ésta se relacionaba con la omisión involuntaria de anécdotas y personajes de mi pasado adolescente. Entonces la nostalgia invadió mi alma. Recordaba como, aquellas épocas, habían quedado atrás y que nunca más volverían.

Hoy, cuando salí por las calles de Montevideo rumbo al trabajo noté una tristeza colectiva. Cuando entré por las puertas de la oficina vi algunos rostros cabizbajos debido a la derrota celeste en la víspera. La selección uruguyaya de fútbol había quedado eliminada de la Copa América que se juega en venezuela. Entonces la nostalgia invadió los corazones charrúas, evocando aquellos equipos gloriosos que ganaron catorce torneo continentales y dos copas del mundo. Ésto, dentro de otros logros futboleros, integra aquella vitrina de trofeos que yace empolvada por falta de reciente renovación.

Claro, que el anterior párrafo me lleva a hacer memoria y un acto de contricción nacional con respecto a mi querido Perú. Nuestra historia no es tan lejana y mucho menos diferente. Después de la goleada sufrida a cargo de los argentinos (4 a 0, ¡eres un genio Uribe!), con algunos amigos quisimos volver a convocar al Chemo, Chumpitaz y Cubillas (les debe haber pasado a muchos en Perú), debido al fracaso constante en los últimos años. Fracaso de los últimos 26 años.

Como ven, en esta época, la nostalgia inunda la vida de uruguayos y peruanos a mismo tiempo. Luego de los penales de anoche, Uruguay recuerda mucho los penales del '95 cuando, luego de un soberbio tiro libre de Bengoechea, definía Sergio Martínez la última Copa América ganada. Si hablamos de Copas del mundo, después del '50 las nuevas generaciones no brillaron. Recuerdos quedan, vieja, sólo recuerdos.

Por el lado inca, la última Copa América data del '75 cuando con gol del cholo Sotil en Caracas ante Colombia, obtuvimos nuestra segunda Copa América en toda nuestra historia futbolística. En cuanto a copas del mundo, nuestra última aparición, fue en 1982. Era sólo un bebé y no recuerdo haber visto jugar a los grandes futbolistas, hasta ahora (Ñol regresa pronto).

Así es, salvo algunos esfuerzos y muestras de pundonor combinados con coraje (muy escasas para los grandes logros) las llamados a destacar siempre se quedan escondidos. Puede ser por desidia o por falta de calidad, el hecho, es que ellos son los culpables de que quedemos sumergidos en la nostalgia. Un sentimiento nada nutritivo para el alma y que más bien no roba y nos deja estancados en el pasado. Hora de salir adelante y comenzar una nueva historia, si nos dejan. Y digo esto, porque con la "fiesta de la nostalgia" que encontré acá no se si podamos dejar de vivir en el pasado y forjar nuestro propio futuro.