¿Y cuándo veremos la nieve?, le escuché preguntar hoy a un muchacho que conversaba ansiosamente en las calles de Montevideo con un señor más veterano. Hay que recordar que la última vez que cayó nieve en esta ciudad fue en los '80. Hace mucho desde entonces.
Las nuevas generaciones, los menores de 30 años (entre los cuales felizmente aún puedo incluirme) no vimos caer nieve sobre nuestras cabezas. He podido observar nieve en mis viajes a los nevados del Huascarán (sierra peruana), mas nunca nevó sobre mí. Algo que he anhelado hace ya un buen tiempo. Como yo, supongo, deben exisitir muchas personas más. No sólo en mi país sino también aquí en Uruguay. A nosotros, los que nunca vimos caer la nieve (a excepción de cuando se nos cayó el helado de lúcuma), se nos únen los que pocas veces lo vieron y quieren repetir la experiencia.
Esta sensación de ansiedad 'pre-nevada' se ve incrementada por los continuos avisos de nevada en Montevideo por parte de los siempre exactos personajes del tiempo. Y no me refiero a el padre tiempo y la madre naturaleza. Mucho menos a sus hijos si es que los hubiesen. Sino a los hombres y mujeres que pronostican el tiempo. O, en todo caso, los que tienen la mala suerte de transmitir lo que les alcanzan los verdaderos pronosticadores del tiempo. Científicos dicen. Digo dicen, porque se supone que lo científicos trabajan sobre la exactitud de la ciencia. En fin.
De todo esto cabría decir que cada vez que se viene una nevada (así se escucha) salgo mirando el cielo esperando caer la blanca nieve y termino ensusiándome los zapatos con el marrón lodo. Si a esto sumamos que nevó ya en Buenos Aires, nuestros vecinos del frente, mi desilusión aumenta.
Me pregunto: ¿Acaso todo lo bueno tiene que pasar en Argentina? Es que siempre les toca tener espectáculos increíbles y ahora encima la nieve también. ¿Será la nieve europea o americana, que no llega a las capitales tercermundistas (salvo Argentina y Brasil) como Lima y Montevideo? Digo al menos eso sucede con los grupos de moda.
Hoy hubo pronóstico de nieve y hasta el momento nada. Ojalá esta vez el que se equivoque sea yo y no los chicos del tiempo porque ya se me está haciendo imposible calmar la ansiedad de mi sobrima mojando la harina para que haga su muñeco de nieve.
Las nuevas generaciones, los menores de 30 años (entre los cuales felizmente aún puedo incluirme) no vimos caer nieve sobre nuestras cabezas. He podido observar nieve en mis viajes a los nevados del Huascarán (sierra peruana), mas nunca nevó sobre mí. Algo que he anhelado hace ya un buen tiempo. Como yo, supongo, deben exisitir muchas personas más. No sólo en mi país sino también aquí en Uruguay. A nosotros, los que nunca vimos caer la nieve (a excepción de cuando se nos cayó el helado de lúcuma), se nos únen los que pocas veces lo vieron y quieren repetir la experiencia.
Esta sensación de ansiedad 'pre-nevada' se ve incrementada por los continuos avisos de nevada en Montevideo por parte de los siempre exactos personajes del tiempo. Y no me refiero a el padre tiempo y la madre naturaleza. Mucho menos a sus hijos si es que los hubiesen. Sino a los hombres y mujeres que pronostican el tiempo. O, en todo caso, los que tienen la mala suerte de transmitir lo que les alcanzan los verdaderos pronosticadores del tiempo. Científicos dicen. Digo dicen, porque se supone que lo científicos trabajan sobre la exactitud de la ciencia. En fin.
De todo esto cabría decir que cada vez que se viene una nevada (así se escucha) salgo mirando el cielo esperando caer la blanca nieve y termino ensusiándome los zapatos con el marrón lodo. Si a esto sumamos que nevó ya en Buenos Aires, nuestros vecinos del frente, mi desilusión aumenta.
Me pregunto: ¿Acaso todo lo bueno tiene que pasar en Argentina? Es que siempre les toca tener espectáculos increíbles y ahora encima la nieve también. ¿Será la nieve europea o americana, que no llega a las capitales tercermundistas (salvo Argentina y Brasil) como Lima y Montevideo? Digo al menos eso sucede con los grupos de moda.
Hoy hubo pronóstico de nieve y hasta el momento nada. Ojalá esta vez el que se equivoque sea yo y no los chicos del tiempo porque ya se me está haciendo imposible calmar la ansiedad de mi sobrima mojando la harina para que haga su muñeco de nieve.
1 comentario:
y todavía seguimos esperando...dónde anda señora nieve??
creo que nos quedará sólo la ilusión de verla algún día...yo mientras tanto sigo tejiendo los guantes y la gorra, aún me falta devolverle el trineo a papá noel,jej
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